Somos una de las generaciones con más mala cuea de este país. No vivimos una guerra por la cual protestar. No pasamos por muchas carencias como para hacer una guerrilla. No vivimos en dictadura como para opinar o sentir mucho al respecto. Puta, ni siquiera tenemos un grupo musical que tenga pinta de ser legado a nuestros hijos (en mi caso, lo más probable es a los hijos de los demás) porque como dije; no hay algo que nos identifique.
No se puede hablar sobre los rotativos del cine, sobre pagar para ir a ver la única tele de la población, caminar por la ciudad solo a la mitad de la noche, irse al campo en tren, escribir cartas o armar peleas en casas de putas y que todo el mundo te lo celebrara. Ilusionarse con la época donde vivieron tus viejos, tu abuelos o el anciano que sea, hace que uno mire el presente y piense
¿Qué tendremos para recordar nosotros?
Fácil, tenemos que hacernos nuestros viejos tiempos hoy.
(La idea de esta entrada salió de una semana estudiando sin dormir con Vitoko y Sanzana escuchando Los Prisioneros y tomando Coca Cola)
No se puede hablar sobre los rotativos del cine, sobre pagar para ir a ver la única tele de la población, caminar por la ciudad solo a la mitad de la noche, irse al campo en tren, escribir cartas o armar peleas en casas de putas y que todo el mundo te lo celebrara. Ilusionarse con la época donde vivieron tus viejos, tu abuelos o el anciano que sea, hace que uno mire el presente y piense
¿Qué tendremos para recordar nosotros?
Fácil, tenemos que hacernos nuestros viejos tiempos hoy.
(La idea de esta entrada salió de una semana estudiando sin dormir con Vitoko y Sanzana escuchando Los Prisioneros y tomando Coca Cola)
